Los principales bancos del país han llegado a un acuerdo con el gobierno del presidente Gustavo Petro para evitar la implementación de medidas que los obligan a realizar inversiones en sectores específicos, una propuesta que había generado controversia en el ámbito financiero. Este pacto busca generar un ambiente de cooperación y diálogo para fomentar inversiones voluntarias que contribuyan al desarrollo económico sin la necesidad de imponer regulaciones que podrían desincentivar la participación del sector privado. Con este acuerdo, se espera mantener la estabilidad del sistema financiero y al mismo tiempo, apoyando los proyectos prioritarios del gobierno.
Tras la reunión con Jonathan Malagón, presidente de Asobancaria, y ejecutivos de la banca privada y pública, el presidente Gustavo Petro desistió de las polémicas inversiones forzosas e informó que hubo un acuerdo para destinar mayor crédito para las actividades productivas: vivienda e infraestructura, manufactura y transición energética, agricultura, economía popular y turismo.